15 & 16 octubre 2025
Pabellón 8 - IFEMA, Madrid

Search
Close this search box.

Más allá de la etiqueta: repensar el packaging del vino desde la marca

con la colaboración de:

Logo AEBRAND

En el mundo del vino, todo comunica. La textura del papel, el trazo de una tipografía, el peso de una botella en la mano. Pero más allá de la estética, el packaging tiene la responsabilidad de capturar una historia, expresar una identidad y competir en un mercado cada vez más saturado de relatos visuales. No se trata solo de diseñar bonito: se trata de transmitir verdad.

El vino necesita menos ruido y más verdad

En nuestra trayectoria como consultora de marca, hemos aprendido que los grandes cambios no vienen de añadir más capas, sino de quitar las que sobran. Esto fue exactamente lo que hicimos con Izadi, una bodega con alma gastronómica, raíces profundas en la Rioja Alavesa, y una filosofía que merecía contarse con autenticidad. Empezamos desde la base: su posicionamiento de marca. Solo así podíamos llegar a un packaging que no se quedara en la superficie.

Y es que el packaging es muchas cosas: es diseño, sí, pero también es estrategia, narrativa, arquitectura de producto, coherencia visual… y sobre todo, un acto de síntesis.

Izadi: cuando la estrategia de marca guía el proyecto

En ocasiones tienes la fortuna de coincidir con profesionales que confían y que apuestan, así sucedió con Iván Pérez, director de marketing del grupo Artevino en el que se integra Izadi. Nos retó y descubrimos una marca con una historia potente pero diluida en un relato fragmentado. Había cierta desconexión entre lo que la marca era —una propuesta gastronómica nacida del amor por la naturaleza y la cocina— y cómo se mostraba al mundo.

Así que antes de rediseñar etiquetas, una línea roja, a no cruzar, hicimos lo más difícil: parar y escuchar. Al equipo. Al territorio. A sus vinos.

De ahí surgió los pilares de marca que guiarían todo el proyecto: la inquietud, el respeto, la sensibilidad y la hospitalidad combinado con el origen que es la naturaleza. Un principio que no solo habla de elaboración minuciosa, sino de una forma de mirar el vino con sensibilidad culinaria, con respeto por el origen y obsesión por el detalle. Con ese marco conceptual claro, el packaging dejó de ser un reto estético para convertirse en una herramienta de expresión.

Del branding al packaging: un camino natural (pero no obvio)

Una vez definido el territorio de marca, abordamos el rediseño de las gamas. Cada etiqueta debía ser una extensión de esa sensibilidad. No buscábamos decoraciones ni ornamentos superfluos. Queríamos una identidad clara, sobria, elegante y con carácter, capaz de destacar sin gritar. En este tránsito de redescubrir un clásico de Rioja, vimos una oportunidad de conectar con una nueva generación de consumidores con un provocador: ¿Aún crees que nos conoces?. Una invitación a probarnos y romper mitos de lo que entendemos por clasicismo.

Optamos por una arquitectura visual que respetara los códigos del vino, pero que a la vez aportara una voz propia. Por eso el nuevo diseño de Izadi no solo es más limpio y legible, sino que ordena la gama, jerarquiza la información y deja espacio para respirar.

En un mercado en el que muchas marcas compiten a base de barroquismo visual, nosotros apostamos por la contención. Porque a veces, la sofisticación está en lo que se decide no mostrar.

Ricardo Moreno_TSMGO_VIÑA IZADI_Packaging_6

El packaging como herramienta comercial (y emocional)

El rediseño de Izadi no solo tenía que enamorar a los consumidores, también debía convencer al canal, facilitar el trabajo de los equipos comerciales y proyectar una imagen más sólida en mercados internacionales. Por eso cuidamos cada detalle: desde el papel y los procesos hasta la coherencia entre etiquetas, cápsulas y estuches.

Y no solo eso. Izadi necesitaba hablar de tú a tú con un público que ya no se conforma con promesas vagas. El nuevo packaging conecta desde lo tangible, sí —una textura, un dorado sutil, un estuche con efecto WOW—también desde lo emocional: transmite orgullo, delicadeza, cuidado. Una marca que sabe quién es.

Uno de los momentos clave del proyecto fue la presentación del nuevo packaging, no solo como un cambio estético, sino como una auténtica activación del relato de marca. Diseñamos un estuche especial con forma de pirámide, que no solo sorprendía por su formato, sino que recogía y asentaba los pilares fundamentales de Izadi: la inquietud, el respeto, la sensibilidad y la hospitalidad.

Esta pirámide no era un simple objeto promocional. Fue una herramienta de marketing, un recurso estratégico que ayudó a alinear equipos, a comunicar los cambios y a facilitar un relato coherente y compartido desde el primer minuto. Cuando el packaging es fiel a la marca, puede convertirse en el mejor embajador para explicar quién eres —tanto dentro como fuera de la organización.

¿Por qué hablamos poco de packaging de vino en clave estratégica?

El sector del vino en España arrastra todavía ciertos prejuicios. El packaging se sigue viendo, en muchos casos, como un último paso, casi decorativo. Pero en realidad es el punto de contacto más visible con el consumidor. Es donde la marca se juega su primera impresión. ¿Y cuántas veces decimos que no hay segundas oportunidades?

El packaging no es solo el envoltorio. Es una herramienta clave de diferenciación, percepción y valor. En el caso de Izadi, el rebranding y el rediseño del packaging han generado un efecto en cadena: más visibilidad, más consistencia en la comunicación y, sobre todo, un discurso que cala en quien importa: el consumidor final.

Una reflexión para el sector: menos storytelling, más storydoing

En el mundo del branding, estamos saturados de discursos huecos. El consumidor también lo está. Por eso creemos que el futuro del packaging pasa por una vuelta a la honestidad. No se trata de inventar historias, sino de contar bien las que ya existen.

El trabajo con Izadi nos recordó algo fundamental: cuando una marca tiene claro quién es, el diseño fluye. Y cuando el diseño fluye desde la verdad, el packaging deja de ser un envoltorio bonito para convertirse en una declaración de intenciones.

Packaging que no solo envuelve, sino que expresa

Hoy más que nunca, el packaging debe ir al grano. El consumidor tiene pocos segundos para decidir. Y lo hace más con los ojos que con las palabras. Por eso cada decisión de diseño importa. Cada línea, cada rasgo, cada silencio visual.

En TSMGO entendemos el packaging como una pieza estratégica que puede marcar la diferencia entre una elección impulsiva y una conexión duradera. Y para lograrlo, hay que hacer el trabajo profundo: entender la marca, definir su propósito, y desde ahí construir una identidad visual que emocione, pero que también funcione.

Conclusión: rediseñar es redescubrir

Rediseñar una etiqueta no es solo cambiar un diseño. Es repensar una marca, su relación con el consumidor, su posicionamiento en el mercado. Es una oportunidad para redescubrir lo que la hace única, y contarlo con claridad y belleza.

Con Izadi aprendimos que el mejor packaging no es el que más llama la atención, sino el que mejor representa lo que hay dentro de la botella. Porque al final, eso es lo que importa: que lo que ves, sientes y tocas esté a la altura de lo que pruebas.

 

Si queremos que el packaging del vino evolucione, necesitamos mirar más allá de la etiqueta. Necesitamos entenderlo como lo que realmente es: la forma más visible de una promesa de marca.

Share this article

Ven a visitarnos a empack y logistics&automation bilbao

Suscríbete a nuestra newsletter

300-x-250_Risk
300 x 250_Honeywell
300-x-250_Risk
Ir arriba

EMPACK NEWSLETTER EDITIONS

Para poder acceder introduce el siguiente código en el recuadro de abajo: EMPNews2024