Organizaciones alimentarias cuestionan las medidas del nuevo reglamento de envases y residuos

Ha sido votado hace unas horas en la Comisión ENVI del Parlamento

Ante la presumible aprobación esta semana en la Comisión ENVI del Parlamento Europeo de las enmiendas a la propuesta de Reglamento de Envases y Residuos de Envase, asociaciones de la cadena agroalimentaria y la hostelería muestran su preocupación por el cambio radical que plantea en los modelos de gestión de los residuos de envases “sin una justificación que demuestre que es la opción más beneficiosa desde el punto de vista medioambiental, social, técnico y económico”, según señalan.

Las organizaciones agrarias Asaja, Coag y Upa, así como las asociaciones empresariales Aecoc, Aces, Aned, Asedas, Cooperativas Agro-alimentarias de España, Fiab, Hostelería de España, Promarca y Marcas de Restauración consideran que el objetivo del Reglamento debería ser conseguir la circularidad, teniendo en cuenta siempre la opción más adecuada de envases para cada caso, en lugar de establecer restricciones u obligaciones inasumibles.

“Las distintas organizaciones y las asociaciones empresariales consideran que el objetivo del Reglamento debería ser conseguir la circularidad, teniendo en cuenta siempre la opción más adecuada de envases para cada caso, en lugar de establecer restricciones u obligaciones inasumibles”

Este Reglamento, según las asociaciones y organizaciones del sector, también debería garantizar la armonización, la integridad y el correcto funcionamiento del mercado único, “evitando inseguridad jurídica para las empresas, y permitiendo plazos y periodos de transición razonables, que permitan a las empresas tiempo suficiente para adaptarse a los nuevos requisitos, así como evitando distorsiones de mercado derivadas de la falta de neutralidad en cuanto a materiales de envasado o tecnologías”.

La cadena comparte la ambición de la Comisión de seguir avanzando hacia la sostenibilidad de los envases y, de hecho, desde hace décadas agricultores y empresas realizan grandes esfuerzos e inversiones en mejorar la circularidad de sus envases a través del ecodiseño y la eficiencia del modelo de gestión de residuos.

La reutilización, indican desde las distintas organizaciones y asociaciones, debería implantarse en aquellas situaciones en que se demuestre que es la opción más beneficiosa desde el punto de vista medioambiental, social, técnico y económico, “basándose en un análisis objetivo y científico de toda la cadena de valor, y nunca de manera obligatoria sin tener en cuenta el altísimo coste económico que podrían suponer”. 

“Este Reglamento también debería garantizar la armonización, la integridad y el correcto funcionamiento del mercado único, evitando inseguridad jurídica para las empresas, y permitiendo plazos y periodos de transición razonables, que permitan a las empresas tiempo suficiente para adaptarse a los nuevos requisitos, así como evitando distorsiones de mercado derivadas de la falta de neutralidad en cuanto a materiales de envasado o tecnologías”

En cualquier caso para estos colectivos, la implantación de los modelos de reutilización y recarga deberían contemplarse como vías paralelas para lograr los objetivos propuestos. Además, se debería apoyar la inclusión de la recarga en el cómputo de los objetivos de reutilización.

Por otra parte, los objetivos de contenido de plástico reciclado que marca el Reglamento deberían establecerse por productor, como promedio de su porfolio de productos, dotando así a las empresas de la flexibilidad necesaria para poder cumplir con sus compromisos.

“Para impulsar el mercado de materias primas secundarias, resulta imprescindible garantizar la existencia de infraestructuras de recogida y clasificación para facilitar el reciclado y garantizar la disponibilidad de suministro de plástico para su reciclado”, explican desde las distintas entidades. Dada la elevada demanda de PET reciclado de calidad alimentaria por otros sectores, se debería plantear la posibilidad de que la Comisión pueda reajustar los objetivos en 2028 (en vez de 2032) debido no solo a la falta de disponibilidad, sino también a excesivos precios o falta de infraestructura adecuada. Asimismo, se debería incluir la tecnología de reciclado químico como opción viable y complementaria al reciclado mecánico para alcanzar los objetivos previstos en el Reglamento.

Por último, en cuanto a las restricciones de envasado, las organizaciones y asociaciones inciden en que no pueden ser desproporcionadas e injustificadas. Antes de establecer prohibiciones hay que analizar caso a caso, teniendo en cuenta la existencia de posibles alternativas, las características regionales, logísticas, de seguridad alimentaria u otros aspectos. Además, será necesario tener en cuenta la función de los envases no solo para su protección, sino para facilitar su consumo y compra, así como para la diferenciación y valorización, así como para prevenir el desperdicio alimentario. En todo caso, no se deberá discriminar a unas categorías de alimentos sobre otras.

Tras la votación, desde el parlamento han resumido la sesión en los siguientes puntos: 

  • Less plastic packaging, to reduce pollution and fossil fuel dependency
  • Ban on “forever chemicals” in food packaging
  • Consumers to be able to bring their own container for take-away food and drinks
  • Each European generates almost 190kg of packaging waste annually

The Environment Committee adopted its proposals to make packaging easier to reuse and recycle, to reduce unnecessary packaging and waste, and to promote the use of recycled content.

On Tuesday, MEPs in the Environment Committee adopted their position on a proposed regulation establishing requirements for the entire packaging life cycle, from raw materials to final disposal, by 56 votes in favour, 23 against and 5 abstentions.

MEPs want to ban the sale of very light weight plastic carrier bags (below 15 microns), unless required for hygiene reasons or provided as primary packaging for loose food to help prevent food wastage.

Besides the overall packaging reduction targets proposed in the regulation, MEPs want to set specific waste reduction targets for plastic packaging (10% by 2030, 15% by 2035 and 20% by 2040). The plastic part in packaging would need to contain minimum percentages of recycled content depending on the type of packaging, with specific targets set for 2030 and 2040.

By the end of 2025, the Commission should assess the possibility of proposing targets and sustainability criteria for bio-based plastic, a key resource for ‘defossilising’ the plastics economy.

Encouraging reuse and refill options for consumers

MEPs want to make a distinction between, and clarify the requirements for, packaging to be reused or refilled. Reusable packaging should fulfil a number of criteria, including a minimum number of times it can be reused (to be defined at a later stage). Final distributors of beverages and take-away food in the HORECA sector should provide the possibility for consumers to bring their own container.

Ban “forever chemicals” in food packaging

MEPs want to ban the use of intentionally added so called “forever chemicals” (per- and polyfluorinated alkyl substances or PFASs) and Bisphenol A in food contact packaging. These substances are widely used to fireproof or waterproof packaging, particularly paper and cardboard food packaging, and have been associated with a range of adverse health effects.

Other proposed measures:

  • Increased requirements for all packaging in the EU to be considered recyclable, with the Commission tasked to adopt criteria to define packaging “designed for recycling” and “recyclable at scale”;
  • EU countries would need to ensure that 90% of materials contained in packaging (plastic, wood, ferrous metals, aluminium, glass, paper and cardboard) is collected separately by 2029;
  • Online service providers would be bound by the same extended producer responsibility obligations as producers.

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